Quizás, a mucha gente, sobre todo entre los aficionados a la
ufología el nombre de Whitley Strieber les suene por su obra más conocida, Comunión, libro casi canónico entre
los defensores de las abducciones extraterrestres. También ha
escrito sobre el cambio climático (inspirando la película El día
de mañana (2004)). Antes de todo esto, empezó con el género del
terror. A este género y más específicamente al subgénero
vampírico pertenece El ansia (1981).
Miriam Blaylock, es una elegante mujer que vive con su pareja, John.
Bajo la apariencia de un matrimonio burgués dedicado a la enseñanza
de la música clásica se esconde una realidad más oscura: Miriam no
es humana, ha vivido miles de años y su inmortalidad se sustenta en
dos patas: un profundo sueño reparador y la sangre. Sangre, por
supuesto, que pertenece a otros. Para paliar su soledad, pues es
posiblemente la última de su especie, Miriam mezcla su sangre con la
un humano al que promete la vida eterna, pero en realidad esta
pseudoimortalidad tiene fecha de caducidad y John, su actual pareja,
después de doscientos años de vida comienza a envejecer de forma
acelerada y también comienza a crecer de forma desmesurada su ansia:
el deseo de alimentarse de sangre.
En un desesperado intento de frenar el proceso, Miriam se pone en
contacto con la doctora Sarah Roberts, cuyas investigaciones sobre el
sueño y el envejecimiento empiezan a tener resultados prometedores.
Incidentalmente, Miriam se ve atraída por la personalidad de Sarah y
comienza a pensar en ella no como solución para el problema de John
sino como una nueva compañera.
El ansia es una historia sobre vampiros en la que la
palabra vampiro no aparece en toda la novela. Miriam, inmortal pero
frágil (su miedo a perecer en un accidente de tráfico es
revelador), es egoísta pero no malvada, fuerte y rápida pero no
invencible y, claramente no sigue los tópicos de el vampiro: no
tiene colmillos, que sustituye por un bisturí, no teme al sol y, por
supuesto, no puede convertirse en otra cosa (como un murciélago).
Este es el punto más original de una novela que por otra parte es
más que correcta en su estilo y entretenida en su desarrollo. La
soledad de Miriam, el amor, sublimado en el sexo y casi tan
importante como la sangre para los protagonistas, el miedo a la vejez
y la fascinación por la inmortalidad son los ejes de una historia
que fluye más melancólica que terrorífica pero que resulta siempre
interesante.
Catherine Deneuve, una vampiro vestida de Yves Saint Laurent |
No hay comentarios:
Publicar un comentario
LibroVicio's agradece tu opinión.