Sinopsis- Esta divertida novela relata la
búsqueda de un extraterrestre que ha desaparecido, tras adoptar la apariencia
de la vocalista Marta Sánchez,
en la jungla urbana barcelonesa. Pero el protagonista de la narración no es Gurb, sino otro alienígena que sale en
pos de él y cuyo diario constituye el esqueleto de la narración. La verdadera
naturaleza del relato es de carácter satírico: Mendoza convierte esta
Barcelona, a un tiempo cotidiana y absurda, en el escenario de una carnavalada
que revela el verdadero rostro del hombre urbano actual.
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Durante el verano de 1990, entre
el 1 y el 25 de agosto, el diario El País publicó por entregas – Archivo
– Sin noticias de Gurb, que
apareció como libro en 1991. Con esta aparición de entregas diarias, se quiso
entonces recuperar la vieja tradición del folletín, que tanta vigencia había
tenido en años anteriores en los periódicos españoles.
La intención crítica y satírica
que existe en otras obras de Eduardo Mendoza, la inclinación que posee hacia el
costumbrismo, especialmente cultivado en
aquellos que tienen como espacio Barcelona, se hallan en esta novela, Mendoza
se sirve de la índole extraterrestre de los personajes para manifestar el
absurdo de la sociedad consumista de aquellos momentos. Diez, incluso quince
años después, tan válidos como para ser llamados actuales. Una sociedad
embriagada por el poder del dinero, exenta de calidad de vida. El
extraterrestre, no Gurb, sino el que narra y del cual desconocemos el nombre
todavía, asiste asombrado al frenesí de una sociedad consumista y competitiva, que
se ve arrastrada por la especulación y la insolidaridad entre otras cosas.
No puedo evitar el pensar cómo lo
hubiera relatado hoy, no quince, sino veintidós años después, en plena crisis y
donde ya hemos recogido los frutos de tanto descontrol y desvarío. En su
momento Eduardo Mendoza reconoció qué Sin
noticias de Gurb era el libro más excéntrico que había escrito, una mirada
sobre el mundo asombrada, un punto desamparada, pero sin asomo de tragedia ni
de censura; dudo mucho que en la actualidad, la intención crítica y satírica
pudiera resumirse tan brevemente y donde en ella sí pudiéramos encontrar un
atisbo de tragedia y sospecha de censura.
Pero no importa.
143 páginas
publicadas en menos de 25 días, como los folletines de antaño.
143 páginas que
relatan lo absurdo de la vida cuando caminamos por su lado en lugar de
disfrutarla. 143 páginas cargadas de humor, de ironía, llevando por bandera la
sencillez de lo cotidiano y la manera de convertirlo en complejo.
Eduardo Mendoza también definió así la
novela:
"Sin noticias de Gurb es una burla a Barcelona por su desorganización cuando se estaba preparando para las Olimpiadas de 1992. Desde siempre había querido escribir un libro de extraterrestres. Una vez lo empecé, pero no me salió, así que lo guardé. Más tarde, cuando me pidieron que escribiera un artículo para El País busqué entre las novelas empezadas que tenía guardadas y la acabé. Cuando buscaba el nombre para este libro, quería que a la vez que sonara extraterrestre, también fuera terrestre. En este caso se me ocurrió un día cuando iba en coche y en los alrededores de Vic vi un letrero en el que estaba escrito el nombre de "Gurb" y pensé que ése podía ser un buen nombre para la novela".
(Entrevista a Eduardo Mendoza, Booknet , Revista de literatura. Saint Paul´s College, Barcelona. Internet.)
"Sin noticias de Gurb es una burla a Barcelona por su desorganización cuando se estaba preparando para las Olimpiadas de 1992. Desde siempre había querido escribir un libro de extraterrestres. Una vez lo empecé, pero no me salió, así que lo guardé. Más tarde, cuando me pidieron que escribiera un artículo para El País busqué entre las novelas empezadas que tenía guardadas y la acabé. Cuando buscaba el nombre para este libro, quería que a la vez que sonara extraterrestre, también fuera terrestre. En este caso se me ocurrió un día cuando iba en coche y en los alrededores de Vic vi un letrero en el que estaba escrito el nombre de "Gurb" y pensé que ése podía ser un buen nombre para la novela".
(Entrevista a Eduardo Mendoza, Booknet , Revista de literatura. Saint Paul´s College, Barcelona. Internet.)
La he leído tres veces, la segunda me reí más que la primera y la tercera más que la segunda.
El extraterrestre de Mendoza somos todos, y Gurb, un pueblo por el cual pasé una vez y pensé: mira, se llama como el extraterreste.
Y resultó que no, que todo, es bastante más sencillo.
Muy divertida y recomendable para todos los públicos.
ResponderEliminarAunque a los más jóvenes tal vez habría que explicarles lo de Marta Sánchez...